sábado, 4 de agosto de 2012

3/8 Un día de visita en Tel Aviv

¡Hola!

Decidí pasar un día en Tel Aviv antes de viajar a mi ciudad para no llegar a Palestina sin haber vivido cómo es la parte israelí del territorio. Allí coincidí con Laura Cabañas, una amiga estudiante en la Universidad del País Vasco, que ha estado de intercambio en Julio en Belén y que me ha puesto al día de todo lo que hay que saber para vivir un mes en Palestina. Además estuvimos con más gente que había estado de intercambio, una chica y un chico austriacos y un amigo suyo, de Connecticut (EEUU).

Inocente de mí, empecé a contarle al chico estadounidense que iba a estar un mes en Nablus, en un hospital, echando una mano y conociendo la zona, y la cara de Laura cambiaba a la vez que me pisaba el pie sin parar. Lo entendí. Chico de Estados Unidos, que viaja solo, de visita un mes en Israel... Este chicho era judío, y no le iba a hacer nada nada de gracia que fuese a Palestina, y menos a un hospital.

Esa noche fuimos al puerto, una zona llena de pubs y discotecas con mucho ambiente. Eso sí, Tel Aviv es extremadamente caro.

Abecedario hebreo
Esto sirvió para empezar a darme cuenta de cómo se vive, sobre el terreno, la situación que viven ambos países. Si estás en Israel, sobre todo en ciudades como Tev Aviv, nadie puede saber que vais a ir a Palestina. Realmente en Tel Aviv yo no he oído a nadie hablar del tema. Saben que está ahí, pero no se comenta. Da la impresión de que o estás con ellos, o estás contra ellos.

Aprovechamos la mañana para visitar algo de Tel Aviv. Empezamos por Hacarmel Market, un mercado muy céntrico llenísimo de gente con muchos puestos de frutas, verduras, dulces, carne... Muy chulo, la verdad. Ahí estuve a punto de empezar a aprender hebreo con un abecedario-imán para la nevera del abecedario, pero al final pensé que mejor aprender árabe.

En este mercado y en las calles de alrededor te das cuenta de, por lo que cuentan, es una las características de este país: el ensalzamiento contínuo del estado de Israel y de las bondandes del judaísmo. La bandera no falta en ninguna tienda, hay pintadas en los edificios a favor de Israel, hasta por lo que venden las tiendas te das cuenta. He hecho un top cinco de las mejores formas de promocionar bien tu país.




En el número cinco tenemos el "¿Para qué poner una bandera pudiendo poner seis?".






En el número cuatro, el "reloj de péndulo judío ultraortodoxo".





En el número tres, que quede claro, te necesitamos a tí para construir nuestro estado.






En el número dos, la camiseta "no te preocuopes, sé judío (ultraortodoxo)".










Y en el número uno, qué mejor forma de tener presente siempre Israel que llevándolo puesto. Ropa interior de Israel, ve a la última moda ;)



No olvidemos que el estado de Israel como tal se está contruyendo todavía.  De hecho, en una de las páginas de la revista del avión había un anuncio a toda página del Ministerio de Exteriores israelí invitando a todos los judíos, vivan donde vivan, a "regresar a su país", y ofrecía facilidades a la hora de encontrar vivienda, trabajo, etc. Me pregunto si estos son los judíos que terminan viviendo en los nuevos asentamientos judíos en el territorio palestino ocupado (los llamados "colonos").

Playa de Tel Aviv
Tras visitar el mercado, paseamos por las calles del centro, visitamos un barrio residencial y terminamos dando una vuelta por el paseo marítimo a orillas del Mediterráneo. Me hace gracia en apenas una semana haberme podido bañar en los dos extremos del Mediterráneo. Eso sí, un calor inmenso, nada que ver con la playa de Tarifa.

Tel Aviv es una ciudad muy occidentalizada. Hay muchísimos rascacielos, muchos en primera línea de playa. Multinacionales de todo tipo, bares a la última moda y gente muy moderna.

Después de comer salgo, ahora sí, hasta Nablus. Aún no sabía el camino que tenía que recorrer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario