domingo, 12 de agosto de 2012

9 y 10/8 De visita por Belén


¡Hola!


Estación de autobuses de Nablus
Ya estamos de vuelta de este intenso fin de semana en Belén y Hebrón. Yo pensaba que lo más impactante de mi mes en Palestina lo había visto ya en mi llegada a Nablus. Vais a ver que no.


Salimos el jueves del hospital y cogimos un autobús que nos llevó a Ramallah, capital actual de los territorios palestinos. De ahí, un taxi compartido nos llevó a Belén. En él coincidimos con un chico Palestino de nuestra edad que estudiaba danza en Bruselas. Era el primer palestino que estudiaba danza en Europa. Estuvimos charlando con él. Volvía de vacaciones y siempre que volvía la situación allí era peor. Íbamos viendo el paisaje y sólo veíamos muro de separación y asentamientos judíos. Nos cuenta que, como Belén y Jerusalén están prácticamente una a continuación de la otra (sólo hay 9km de separación), para evitar que los palestinos puedan moverse de un sitio a otro, construyen los asentamientos justo en mitad. Además, para evitar que los palestinos vivan aunque sea en su territorio, los israelíes cortan les cortan los árboles de sus plantaciones (sobre todo olivos), convirtiéndose el terreno en prácticamente desierto. En la foto se ve bastante bien...

Plantación de olivos cortada

Albergue juvenil de Belén
Llegamos a Belén, al borde del desierto de Judea, lugar donde pasó su infancia David, que fue proclamado rey mientras cuidaba del rebaño de su padre y donde se encuentra la tumba de Raquel (de ahí que tenga importancia para los judíos), y ciudad natal de Jesús (de ahí para los cristianos, que son la mitad de la población, siendo la otra mitad musulmanes). Como veis, es algo muy típico de esta zona que una misma ciudad, incluso un mismo punto, sea sagrado para más de una de estas tres religiones.




Espectáculo de música palestina



Cuando llegamos fuimos directamente al albergue. Lo habíamos reservado mediante el punto de información turística. Es un albergue juvenil situado en lo que antes era un hospital, con gente de muchos países. Por unos 60 Shekels/día (12€), no podíamos pedir más. Allí conocimos a una chica alemana que también estudiaba medicina y trabajaba en el hospital de Cáritas de Belén para la ONG Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear. Llevaba allí un tiempo, por lo que nos aconsejó que fuésemos a un espectáculo de música palestina que había organizado la universidad. Allí nos plantamos. La verdad es que estuvo entretenido, y la música muy buena para no entender nada de la letra.


Interior de la Basílica de la Natividad
Nos levantamos temprano, que Belén tenía muchas cosas que visitar. Empezamos por la Basílica de la Natividad. Sagrada para cristianos y musulmanes, la tradición dice que la iglesia fue construida en el lugar del nacimiento de Jesús, por lo que es una de las iglesias en uso más antiguas (se tienen datos desde el año 160dC). Yo esperaba una basílica como a las que estamos acostumbrados en Europa. Nada más lejos de la realidad. Esta basílica tiene un tamaño inferior al de cualquiera de las iglesias que hay en Córdoba; quizá sea eso lo que le de un ambiente más acorde con lo que representa. Debajo de la iglesia hay varias grutas excavadas en la roca. Una de ellas, la de la Natividad, costituye el foco central de la iglesia, ya que la estrella de plata del suelo marca el lugar donde se cree que nació Jesús. Imaginad la cantidad de gente emocionada que había visitando este punto. Comunicada con esta se encuentra la Iglesia de Santa Catalina, más grande y de más nueva construcción (1880), donde se celebra la misa cada 24 de Diciembre. Hay varias grutas más: la de los Santos Inocentes, de San José... que fueron utilizadas como catacumbas por los cristianos hasta el siglo IdC.

Estrella de plata en la Gruta de la Natividad


Plaza del Pesebre y Basílica de la Natividad al fondo
Como curiosidad, en 2002, doscientos palestinos entraron y ocuparon la Basílica de la Natividad durante 39 días, buscando refugio contra el ejército de Israel debido a los atentados suicidas ocurridos en Cisjordania. Francotiradores del ejército israelí mataron a siete de ellos e hirieron a más de 40 personas durante el sitio a la basílica. Luego de extensas negociaciones, 13 militantes fueron deportados a Chipre y otros 26 fueron transferidos a la Franja de Gaza.

Seguimos la visita por la Gruta de la leche. Debe su caracter sagrado a la asociación con el lugar donde se refugió Jesús recién nacido y su familia durante la matanza de los Santos Inocentes, antes de huir a Egipto. Según cuentan, mientras María amamantaba a Jesús, una gota de leche cayó al suelo y este se tornó blanco. Cristianos y musulmanes creen que las raspaduras de piedra de la piedra de la gruta aumentan la fertilidad y la leche de las madres.



Stars & Bucks
El hecho de que la mitad población sea cristiana hace que sea totalmente diferente a otras ciudades palestinas. Además, es una ciudad completamente turística: hay puestos de recuerdos en todas las esquinas, guías con visitantes de cientos de países, los precios bastante más elevados que en Nablus... La gente suele alojarse en Jerusalén y hacer una visita de un día a Belén.

Tras un descanso en Stars & Bucks (imitación palestina de la multinacional americana Starsbucks) y un paseo por el centro, llegamos decidimos visitar el muro de separación del territorio israelí y palestino. Este muro, que se adentra en la ciudad, separa el territorio palestino del territorio que Israel ha decidio hacer suyo, en el que se encuentra la Tumba de Raquel, lugar sagrado para judíos y musulmanes. Ni que decir tiene que la tumba sólo la pueden visitar ya los judíos. Es la primera vez que veo el muro de cerca. Un muro de ocho metros de alto (el doble que el Muro de Berlín), con torres de control cada escasos metros. Afortunadamente hay gente que denuncia esta situación, y probablemente la forma más original de hacerlo sea decorando el propio muro. En la parte palestina hay cientos de grafitis, algunos hechos por artistas famosos como el inglés Bansky, que denuncian la ocupación israelí y la construcción del que muchos llaman "El muro de la vergüenza". Os dejo varias fotos porque merecen la pena.


Graffiti antes de llegar al muro
Muro Tumba de Raquel

Graffiti de Bansky
Graffiti de Bansky
Graffiti de Bansky


Muro


Muro


Muro

Muro

Muro

Muro
 

Muro
Graffiti de Bansky


Postal con graffiti de Bansky en la que denuncia la tala de árboles palestinos

Copia de graffiti de Bansky en el albergue

Hay frases muy de todo tipo, todas ellas buenísmas. "The whole world is watching", "This lie can not live", "The only constant in the universe is change", "The oppressed become the oppressors", "This wall is falaciuos", "We're all God's children", "Jesus is de way", "The palestinian spirit is stronger that any wall", "This wall may take care of the present, but has no future", "We all bleed the same colour" o "Criticism is not antisemitism". Mi preferida es está última de "Make hummus, not walls". No sólo por el nombre de este blog, sino que es una frase cargada de significado. Utilizando el "Make love, not war" de los sesenta en EEUU, pone en común una de las cosas que ahora mismo tienen en común israelíes y palestinos: el hummus. Eso sí, dicen que el palestino es mejor que el israelí. Todo iría mejos si se hiciese más Hummus y menos muros, desde luego.

Una enfermera del hospital de Nablus, que los fines de semana  vive en Belén nos había invitado a cenar a su casa con su marido la cena del Ramadán. Les llamamos y nos había preparado comida típica de esta época para los cinco que viajamos, así que fuimos a su casa y echamos allí lo que nos quedaba de día. La comida, como veis en la foto, tan rica como siempre por aquí.


Nos estuvieron contando. Ahora mismo ella trabajaba en Nablus y él en Hebrón, así que se acababan de comprar ese piso con la idea de trasladarse los dos a Belén. Tienen unos treinta años. Están muy enfadados con la situación en Palestina. Es para estarlo.


Amjad, como se llama el chico, estaba trabajando en 2001 en uno de los hospitales de Belén y de repente se produjo un ataque israelí. ¡A un hospital! Murieron varias personas. A él le dispararon en una pierna. Estuvo en silla de ruedas dos años y ahora aún cojea al andar. ¿Qué estaría haciendo mal un enfermero con una bata blanca en la puerta de un hospital? Podía ser yo, o cualquiera de los que estamos aquí de prácticas. El ataque y sus declaraciones podeis leerlas en esta noticia traducida del diario inglés The Observer (la noticia hiere sensibilidades. Y mucho). La historia de su mujer no es para menos. Su padre estuvo años retenido por el ejército israelí y finalmente tuvo que exiliarse a Jordania. Pero lo que más le marcó fue cuando un día yendo a la universidad con un compañero, antes de estudiar enfermería, cuando estudiaba filología francesa, pasaron junto a un Check Point del ejército israelí, y un soldado disparó a su compañero. Y lo mató. Así. Sín más. Dejó la universidad y empezó a la vuelta fue cuando empezó a estudiar enfermería. Imaginad el enfado que tienen aquí con la ocupación israelí si les ha tocado vivir esas historias. Yo también lo estaría.


Cena en Belén con la pareja de enfermeros
Lo malo de esto es que aún se sientes afortunados, porque nos cuentan que una de las enfermeras del hospital vive con sus nueve hermanos en dos habitaciones de un campo de refugiados. Esto es algo muy frecuente aquí.

La cena se alargó y nos estuvieron enseñando fotos y videos de su reciente boda y explicando todas las tradiciones de una boda palestina (es para verlo), contándonos historias del hospital, y agradeciéndonos infinidad de veces que hubiésemos ido a cenar a su casa.

Volvimos al albergue. Aún nos quedaba algo mucho más duro: Hebrón. Pero para no terminar el post así, os dejo esta foto. Aquí me teneis, en la entrada a la Tumba de Raquel, con un mensaje más positivo que el resto.

Entrada Tumba de Raquel

1 comentario:

  1. Muy interesante y muy ilustrada tu visita a Belén . Recordaras siempre la cena y la información recibida en ella . Cuidate y come bien que estas moviendote mucho. Besos Fco u María José

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